jueves, 9 de septiembre de 2010

¿De héroe a villano?

El debate sobre  el derecho a la privacidad e intimidad de los cargos públicos siempre ha sido muy recurrente en las tertulias televisivas y/o radiofónicas como en los editoriales.  ¿Los políticos y otros cargos con poder deben servir de ejemplo a la sociedad? Según los acontecimientos, un personaje puede ser vanagloriado o denostado.

Y esto ha sido lo que ha ocurrido con Jesús Neira. Defender a Violeta Santander, de una supuesta agresión de su pareja, le catapultó a ser el héroe. Todos reconocían su valentía a no quedar impasible ante la violencia machista, incluso la Comunidad de Madrid le nombró director del  Consejo Asesor del Observatorio Regional contra la Violencia de Género. Muchos reaccionaron sorprendidos ante esto, se preguntaban si  realmente este señor reunía los requisitos para desempeñar este cargo.

Tras los últimos acontecimientos, ser pillado en un control de alcoholemia con el triple de alcohol en sangre permitido,  en debates más o menos serios se  discute sobre su cargo, sus aptitudes, su salud, circunstancias personales de su vida... Lo bueno pasa a ser malo. Lo idóneo a inadecuado.

Quizá el señor  Neira  no estuviera capacitado para ejercer como presidente de este Consejo, quizá simplemente fue una  maniobra política del gobierno madrileño para contentar a unos determinados ciudadanos.  Quizá dar cargos, lo que supone gran responsabilidad, no es como repartir piruletas entre niños.  

Por otro lado, lo que más estupor  puede haber causado, más allá de los hechos, han sido las propias declaraciones de Jesús Neira como "jamás he puesto en peligro la vida de nadie" o utilizar la expresión "simpática" para referirse a la resolución judicial es muy poco serio viniendo de alguien que hasta hace unos días era el presidente de este organismo de la Comunidad de Madrid.   Javier Gómez de Liaño, abogado del inculpado, calificaba  como un "gesto humilde y de hombría de bien"  que su cliente hubiera reconocido los hechos, bueno pues muchos consideramos que es todavía más humilde saber dimitir cuando se ha de hacerlo.

La responsabilidad de ser responsable no puede ser soportada por todos. Ahora, a la espera del juicio por su defensa de una mujer que estaba siendo supuestamente maltratada, cabe saber si esto tendrá algún tipo de repercusión.  Mientras tanto el circo televisivo se pone en pie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario